Recomendaciones para disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o mejorar la calidad de vida si ya se ha sufrido alguna de ellas.
Practique una alimentación saludable, equilibrada y variada. Las frutas, verduras, hortalizas, pescado, aceite de oliva, carnes magras, cereales y lácteos desnatados no deben faltar en la cocina. Recuerde: sal, azúcares y alcohol sólo en pocas cantidades.
Dedique 30 minutos diarios a hacer ejercicio. Elija el ejercicio que más se adapte a su condición física: caminar, bailar, correr, actividades al aire libre…
No fume. Y si lo hace, ¡déjelo ya! Aun fumando poco se multiplica el riesgo de sufrir ataques cardiacos o cerebrales. Busque ayuda si no puede dejarlo solo. Su médico le aconsejará sobre cómo conseguirlo.
Controle su peso. Mida su Índice de Masa Corporal (IMC). Es fácil: divida su peso en kilos entre su altura en metros elevada al cuadrado. Si el resultado es mayor de 25 kg/m² se considera sobrepeso. Por encima de 30 kg/m² es obesidad.
Vigile la grasa acumulada en el abdomen, ya que es peligrosa para el corazón. Mida su perímetro abdominal a nivel del ombligo. En la mujer debe estar por debajo de 88 cm y en los hombres por debajo de 102 cm.
Compruebe su tensión arterial. Si es Vd una persona sana compruebe anualmente que su tensión sigue por debajo de 140/90 mmHg. Si es hipertenso también debe mantenerse por debajo de estas cifras. Si ya ha sufrido un problema cardiovascular, cerebrovascular, renal o s diabético, su tensión tiene que estar por debajo de 130/80 mmHg. En estos últimos casos, los controles y medidas preventivas han de ser continuos.
Revise sus niveles de colesterol y glucosa. La mejor manera de mantenerlos a raya es seguir una dieta sana y hacer ejercicio. Si tras un análisis en ayunas sus cifras están por encima de 190 mg/dl de colesterol total y 110 mg/dl de glucosa, debe consultar con un especialista.
Conozca su riesgo cardiovascular y cuál debe ser su estilo de vida. Acuda al médico quien, basándose en su examen físico y sus antecedentes personales y familiares, le aconsejará: qué dieta seguir, qué ejercicios hacer, qué factores pueden perjudicar su salud…
Comparta sus dudas y problemas. Intercambiar experiencias le permite aprender y dar ejemplo para que otras personas se interesen por cuidar su corazón. Recuerde también que su familia puede ser un gran estímulo y apoyo para superar cualquier dificultad en el cumplimiento de los objetivos de salud.
Aprenda a controlar su estrés y ansiedad. El aumento de tensión emocional es peligroso para el corazón. El estrés en casa y en el trabajo hace más difícil seguir un estilo de vida saludable para nuestro corazón.